Resumen:
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Las fuentes de energía de gas y carbón de Duke Energy fallaron estrepitosamente
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Las fuentes de energía renovable representan solo una pequeña fracción de la producción de la compañía
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Ha llegado el momento de reconsiderar el estado de monopolio de Duke Energy
El mes pasado, en la Víspera de Navidad, aproximadamente medio millón de habitantes de Carolina del Norte despertaron sin servicio de electricidad. La mayoría no recibió ningún aviso: la energía simplemente se apagó.
Duke Energy, el monopolio proveedor de energía de Carolina del Norte, inicialmente declaro que los clientes recuperarían la energía en 15 o 30 minutos. Sin embargo, para la mayoría de los clientes, el corte de energía continuó por mucho más tiempo: para algunos fue de hasta 12 horas. El corte de energía también tuvo efectos colaterales terribles: la ciudad de Spring Hope se quedó sin servicio de agua durante días, ya que el corte hizo que el sistema de agua de la ciudad fallara y no se reiniciara.
Esta saga ha llevado acertadamente a muchos habitantes de Carolina del Norte a preguntarse: ¿qué está pasando en Duke Energy? El monopolio de servicios públicos de Carolina del Norte está fallando en su trabajo, y las razones revelan cómo los intereses políticos se están enriqueciendo y dejando a los habitantes de Carolina del Norte con la carga.
Antecedentes: ¿Qué es Duke Energy?
Duke Energy es una corporación privada propiedad de accionistas que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York (símbolo: DUK). Duke Energy y sus subsidiarias operan en todo el sur, el Atlántico medio y el medio oeste; hasta 2016, la compañía también era propietaria de importantes centrales eléctricas en América Central y del Sur.
Al igual que muchas compañías de servicios públicos de todo el país, Duke Energy disfruta de un monopolio legal del Estado de Carolina del Norte. Con muy pocas excepciones, las leyes estatales no permiten las ventas de electricidad por terceros. Por ejemplo, las compañías solares no pueden vender su producción directamente, ya que Duke Energy controla totalmente la infraestructura de distribución y transmisión. Duke Energy, y solo Duke Energy, puede determinar el precio al que le comprarán su electricidad, si es que lo hace.
La razón por la que Carolina del Norte, y muchos otros estados, tienen servicios públicos monopólicos centralizados es por la forma en que se generalizó la electrificación hace casi un siglo. Esencialmente, las compañías de servicios públicos enfrentaban enormes costos de capital iniciales para generar energía, y los estados les otorgaban monopolios para que pudieran recuperar esos costos y proporcionar un margen de beneficio razonable. (Esta pieza explicativa proporciona antecedentes más completos).
En la actualidad, Duke Energy es una corporación altamente rentable. Tuvieron un año excepcional en 2021, generando $3.6 mil millones en ganancias. (La compañía anunciará las cifras de fin de año de 2022 en Febrero). La compañía también ha recomprado $2.6 mil millones de sus propias acciones desde 2020 y aumentó su dividendo trimestral en un 6% en el mismo período. Es el mayor gastador en cabildeo en la legislatura estatal de Carolina del Norte, así como el segundo mayor contribuyente de campaña.
Carbón, Gas y Nuclear
Duke Energy se dedica principalmente al negocio de generar electricidad con plantas de carbón, de gas y nucleares. Según el Informe Anual 2021 De La Compañía, Duke Energy generó el 61% de su energía con combustibles fósiles en ese año, el 39% con gas y petróleo, y el 22% con carbón. Solo el 2% de su energía generada fue hidroeléctrica, solar o eólica.
Por lo tanto, no debería ser sorpresa que las fuentes de energía de combustibles fósiles, mayormente combustibles fósiles, cuya falla desencadenó el apagón masivo de Carolina del Norte. En su informe posterior al corte de energía, los ejecutivos de Duke Energy admitieron que los equipos generadores de gas y carbón se combaron:
“Las temperaturas de un solo dígito en toda la región congelaron la instrumentación y las líneas de detección y causaron otros problemas mecánicos que redujeron la producción en varias de las plantas de gas y carbón de Duke Energy”. (WFAE)
Y aún hay más:
Mientras tanto, aunque la energía solar obviamente no estuvo disponible durante la noche, se activó al salir el sol y funcionó como se esperaba, sin cortes, según Duke Energy. De hecho, los ejecutivos de Duke dijeron el Martes a los reguladores que la energía solar ayudó a alimentar de energía a las bombas necesarias para reponer las reservas hidroeléctricos de Carolina del Sur de la compañía. Eso ayudó a evitar más apagones el Día de Navidad. (WFAE)
Esta representación gráfica de la generación combinada de energía de Duke Energy por fuente deja al descubierto la situación. Y, sin embargo, de alguna manera, se pone aún peor.
Otra causa importante de los apagones fue que Duke Energy dependía de una compañía externa, llamada PJM, para suministrarle capacidad de energía de reserva. El término técnico para PJM es de “organización de transmisión regional” o RTO, quien administra el corretaje de electricidad mayorista en 13 estados. Cuando la capacidad de generación de gas y carbón de Duke falló, solicitó energía de reserva en la red de PJM, que había pagado para reservar.
Pero la propia energia de PJM, basado masivamente en gas y carbón, también fracasó:
De acuerdo con los hallazgos de ejecutivos de PJM:
Además de los apagones forzados, se solicitaron aproximadamente 6,000 MW de generación de vapor, pero no estaban en línea como se esperaba para su hora de inicio para el pico de la mañana del 24 de Diciembre. La gran mayoría de estos recursos eran recursos de gas. [Diapositiva 12; en negritas]
En otras palabras, las fuentes de energía de gas y carbón fallaron en el clima frío, mientras que las fuentes nucleares y renovables funcionaron mayormente bien.
A pesar de todo esto, los críticos de Derecha de Carolina del Norte han continuado con su oposición ideológica a las energías renovables a pesar de la evidencia. La Fundación Art Pope-John Locke, de la que se rumora que recibe apoyo financiero de Duke Energy, declaro apresurada e inmediatamente culpó de los apagones a las energías renovables. Un ejecutivo de un fabricante de tuberías de gas del área de Charlotte, sin una pizca de ironía, insistió en que la culpa era de la “energía eólica y solar poco confiable”. El senador estatal republicano Paul Newton, expresidente estatal corporativo de Duke Energy en Carolina del Norte, acudió a la TV para culpar a la energía solar por “desestabilizar” la red.
Como dicen: para un martillo, todo parece un clavo.
El Futuro de la Energía de Carolina del Norte
Duke Energy planea reemplazar un gran porcentaje de su capacidad de generación de carbón con gas natural durante la próxima década. La compañía y sus sustitutos políticos han estado ejerciendo presión para aumentar la infraestructura de gas natural de la compañía.
En su tan esperado Plan de Carbon de fin de año, la Comisión de Servicios Públicos de Carolina del Norte, que supervisa los servicios públicos regulados, incluyendo a Duke Energy, dio luz verde considerablemente a la expansión de gas natural de la compañía. En una decepción para los defensores de las energías renovables y los ambientalistas, la Comisión se puso mayormente del lado de las preferencias de Duke Energy. Con la excepción de ordenar ligeramente a la compañía que continuara investigando el generoso potencial eólico costa fuera de Carolina del Norte, la Comisión hizo poco para presionar a la compañía para que expandiera su cartera de energía solar.
Esto fue una decepción no solo para los clientes de energía que quieren energía confiable, sino también para los votantes de Carolina del Norte, quienes de forma abrumadora dicen que quieren que Duke Energy convierta más de su producción de energía:
La política energética de Carolina del Norte ofrece una rara oportunidad de vincular dos causas populares: tomarse en serio la independencia energética estadounidense, así como un enfoque de libre mercado para la energía eléctrica.
La "independencia energética" debería significar que los consumidores no son rehenes de un mercado mundial caprichoso al gas, carbón y petróleo. Ya sea que estos productos se produzcan en Alberta, Texas, Venezuela o Arabia Saudita, son parte de un mercado global, del cual los estadounidenses son solo una parte. Las crecientes fuentes de energía como la solar y la eólica, así como la nuclear, ayudarían a desvincular a los estadounidenses de las fluctuaciones bruscas de los precios de estos productos básicos y sus consecuencias geopolíticas negativas. (Nota: la mayoría de los habitantes de Carolina del Norte apoyan la expansión de la energía nuclear).
Además, un enfoque de "mercado libre" para la generación de energía significaría acabar con el monopolio de servicios públicos de Duke Energy y una desregulación energética más amplia, para permitir que los clientes compren energía de cualquier proveedor y fuente que deseen. La mayoría de los consumidores de energía quieren energía asequible, confiable y renovable, y si Duke Energy no puede (o no quiere) realizar la inversión para satisfacer esas necesidades, no hay razón por la cual el estado de Carolina del Norte deba continuar otorgándole un estatus privilegiado.