Carolina del Norte tiene una de las peores cargas de deuda médica del país. Según un estudio reciente del Urban Institute, que examinó los datos de la oficina de crédito para 2021, Carolina del Norte contenía 12 condados con una de las proporciones más altas de adultos con deudas médicas en Estados Unidos. Condados como Greene, Lenoir y Anson, tienen más del 40% de sus residentes adultos con deudas médicas en estado de cobro:
Siendo algo único de los países ricos, la deuda de los consumidores de servicios médicos es un problema importante en los Estados Unidos – pero especialmente en los estados que no han logrado expandir Medicaid, como Carolina del Norte. Según una encuesta reciente de Kaiser Family Foundation, el 41% de los adultos estadounidenses actualmente tienen deudas por facturas médicas o dentales, y esas deudas son una de las principales causas de bancarrota personal en Estados Unidos. Pero la bancarrota no es la única dificultad que inflige la deuda médica. Además de drenar los ahorros, la deuda médica puede dañar gravemente el puntaje crediticio, lo que puede afectar gravemente áreas como la búsqueda de empleo, búsqueda de vivienda o, especialmente, la tasa de interés de las tarjetas de crédito.
Expandir Medicaid, algo que los líderes republicanos una vez más no lograron en la sesión legislativa de este año, sería un paso importante para reducir la deuda médica. Pero hay mucho más por hacer. Hace sólo unas semanas, un grupo bipartidista de legisladores propuso algunos pasos significativos y positivos para “desarmar” la deuda médica – esencialmente, haciéndola más fácil de administrar y menos desastrosa para las finanzas de las personas. Lamentablemente, esta legislación sensata y moral fue rotundamente rechazada por los adinerados cabilderos de la atención médica. Esta fue una derrota para Carolina del Norte. Los líderes estatales deben trabajar juntos para abordar la terrible plaga de la deuda médica que azota a los residentes de nuestro estado, y preocuparse un poco menos por los intereses del cabildeo corporativo de la atención médica.
Aliviando la Deuda Médica
El Proyecto de Ley 1039 Presentado por la Cámara, titulado “Ley de Desarmado de la Deuda Médica”, fue patrocinado por dos republicanos y dos demócratas, y contó con un grupo completamente bipartidista de otros 41 patrocinadores que iban desde la extrema derecha hasta el lado relativamente progresista del espectro político. Incluso el Tesorero del Estado, Dale Folwell, del que se rumoreaba ampliamente que tenía el ojo puesto en la nominación republicana para gobernador, pareció hablar en favor del proyecto de ley cuando fue presentado. El problema de la deuda médica se siente fuertemente en todo el estado, tanto en áreas urbanas como rurales, lo que lo convierte en un problema importante para los votantes de todas las afiliaciones.
Según un estudio nacional realizado por el laboratorio Innovation for Justice de la Universidad de Arizona y la Universidad de Utah, Carolina del norte ocupa el puesto 28 en la nación – en la categoría “Débil” – por sus políticas de protección de deudas médicas. El Proyecto de Ley 1039 tenía como objetivo reformar muchas de esas políticas, como:
- Limitar la tasa de interés máxima de la deuda médica al 5%.
- Revertir una regla según la cual los cónyuges pueden ser considerados responsables de las deudas médicas o de asilo de ancianos del otro cónyuge (un vestigio de una época en la que las mujeres no podían poseer bienes).
- Prohibir las ejecuciones hipotecarias debido a deudas médicas.
- Obligar a los hospitales a brindar atención gratuita o con una escala de cobros variable para pacientes de bajos ingresos, que dependería de los ingresos del hogar.
A primera vista, el proyecto de ley suena excelente. Pero entonces, los cabilderos se involucraron.
Probablemente no debería ser sorpresa que las empresas del sector médico se muestran profundamente escépticas ante cualquier medida que limite su capacidad para recuperar costos. Algunas de ellas se encuentran en una posición comprensiblemente difícil – después de todo, los hospitales no pueden captar reembolsos de cientos de miles de pacientes debido al obstinado fracaso de Carolina del Norte para expandir Medicaid, lo que ha obligado a muchos de los hospitales rurales del estado a cerrar sus puertas para siempre.
Sin embargo, el cabildeo corporativo de la atención médica también es uno de los mayores empleadores de cabilderos en Raleigh y uno de los mayores donantes de efectivo PAC corporativo. Blue Cross/Blue Shield NC, NC Hospital Association, Healthcare Facilities Association, y otros gastan colectivamente millones en cada ciclo de elecciones legislativas. Pocos lo saben mejor que el representante republicano John Szoka. El republicano del condado de Cumberland, quien ha aceptado un importante apoyo de campaña del cabildeo de la atención médica, fue muy crítico con el Proyecto de Ley 1039 cuando se presentó en el comité y, en última instancia, ayudó a sellar su destino. El proyecto de ley fue eliminado con poca fanfarria, y nunca salió del comité. En una breve sesión que estuvo marcada por un fracaso casi total de los líderes republicados para aprobar su propia agenda, al menos algunos de los cabilderos obtuvieron las victorias que buscaban.
¿Qué sigue?
El Proyecto de Ley 1039, podrá haber pasado a mejor vida (al igual que John Szoka, quien fue sacrificado durante la redistribución de distritos), pero el problema de la deuda médica no va a desaparecer. De hecho, hasta que la legislatura de Carolina del Norte se decida finalmente expandir Medicaid, el problema continuará empeorando.
Estados Unidos es la única nación rica de la Tierra que tolera que sus ciudadanos vayan a la quiebra porque no pueden pagar sus facturas incurridas por contraer cáncer o lesionarse en un accidente. La atención médica universal puede ser complicada, pero es la solución que ha hecho de este un “problema resuelto” en todos los demás países ricos del mundo. Eso, sin embargo, tendrá que esperar hasta que Washington resuelva sus problemas. Mientras tanto, millones de habitantes de Carolina del Norte tendrán que hacer frente a las onerosas facturas médicas de un sistema financiero de atención médica kafkiano y frecuentemente cruel. Los líderes de nuestro estado tienen la capacidad de aliviar la carga. Pero hasta que antepongan los intereses de sus electores al cabildeo corporativo, es poco probable que algo cambie.