Punto de Vista del Invitado AJ Akers
Los legisladores Republicanos de Carolina del Norte están aumentando la cantidad de fondos para los “Centros de Crisis en el Embarazo” (CPC) en todo el estado. A pesar de que la mayoría del público apoya el acceso seguro al aborto, los legisladores Republicanos continúan ignorando la necesidad de esta atención médica que salva la vida de los habitantes de Carolina del Norte. En cambio, están invirtiendo fondos en estas clínicas falsas que deliberadamente engañan a quienes están decidiendo sus opciones para el embarazo. Los legisladores Republicanos de Carolina del Norte que apoyan la financiación estatal destinada a los “Centros de Crisis en el Embarazo” están anteponiendo de forma egoísta su propia agenda sobre la seguridad de sus electores.
En el último presupuesto estatal, los líderes Republicanos en la legislatura estatal de Carolina del Norte canalizaron $3 millones USD en fondos de los contribuyentes a los CPC. Como reportó News & Observer En Julio, “El presupuesto proporciona fondos para 11 de estos centros en todo el estado, con asignaciones individuales que van desde $100,000 a $500,000 USD”. Este financiamiento generalmente se otorga como una subvención única, esencialmente otorgando al CPC un regalo de dinero en efectivo de los contribuyentes para gastar, sin condiciones.
¿Qué está pasando?
¿Qué es un Centro de Crisis en el Embarazo?
¿Por qué los proveedores legítimos de atención médica como Planned Parenthood etiquetan estos centros como “falsos” y “engañosos”? Bueno, un centro de crisis en el embarazo es una clínica que se disfraza como un centro de salud legítimo, pero en realidad ofrece solo un mínimo de servicios médicos, si es que ofrecen alguno. Según una investigación que la revista Time realizó en estas clínicas, los centros de crisis en el embarazo atraen a las personas que están embarazadas a sus centros ofreciéndoles artículos reproductivos o de cuidado infantil gratuitos y utilizando lenguaje manipulador y logotipos o anuncios similares que pertenecen a centros de salud legítimos, como Planned Parenthood. Estos centros existen para convencer a quienes buscan un aborto a elegir alternativas como la paternidad o la adopción.
Estos centros, no solo buscan cambiar la decisión de una persona que busca un aborto de recibir la atención médica necesaria, sino que también difunden información errónea deliberada sobre el aborto como una forma de asustar y avergonzar a la persona que lo buscan.
¿Cómo perjudica esto a quienes residen en Carolina del Norte?
Debido a que los “centro de crisis en el embarazo” no son clínicas legítimas, los pacientes no tienen ninguna garantía legal de que su información privada estará protegida. Los centros de embarazo en crisis, al ser simplemente negocios privados, no tienen que seguir las regulaciones y lineamientos que siguen los proveedores de atención médica reales:
“Estos datos incluyen antecedentes sexuales y reproductivos, resultados de pruebas, fotos de ultrasonido e información compartida durante las consultas, clases para padres o sesiones de asesoramiento, que algunos centros de embarazo te piden como requisito antes de proporcionar ayuda, como pañales”. (Time)
Aunque claramente deshonestos, los centros de crisis en el embarazo son demostrablemente efectivos para lograr su objetivo. Una investigación de 2021 mostró que la desinformación es bastante efectiva y que visitar un CPC reduce las posibilidades de que la persona se realice un aborto después de su visita: “En el seguimiento, las encuestadas que habían visitado un CPC tenían significativamente menos probabilidades de hacerse un aborto (29.5%) que los que no habían visitado un CPC (50.5%).” (Cartwright)
El acceso al aborto seguro debe ser un derecho humano básico. Es simple, e innegablemente, atención médica. Una persona que busca un aborto nunca debería tener que justificar o explicar su aborto. En lugar de hacer que los abortos sean ilegales y avergonzar a quienes toman la decisión de hacerse uno, nuestro sistema de salud debería ofrecerles más apoyo.